En Yoga, la respiración se divide en tres partes para comprender mejor su proceso. Estas son: respiración baja abdominal, respiración media o torácica, y respiración alta o clavicular. En general, cuando pensamos en la respiración, damos una gran importancia al proceso de inhalación del aire, pero en yoga se le da más importancia al proceso de espiración, es decir, cuando sacas el aire de tu cuerpo vaciando tus pulmones.
Respiración Alta o clavicular
Respiración alta o clavicular, es aquella en la que al inspirar se elevan ligeramente los hombros. Este movimiento permite llenar solamente la parte alta, y más pequeña, de los pulmones, obteniendo una baja oxigenación de la sangre. Esta respiración es incorrecta porque al mermar la cantidad de oxígeno el organismo envejece prematuramente. El trabajar sentados, inclinados, o encorvados fuerza a crear el hábito de la respiración clavicular. Debemos sentarnos verticalmente, es decir, con la espalda recta para que la energía vital pueda circular equilibradamente a través de la columna vertebral.
Respiración media o torácica
Respiración media o torácica, se realiza expandiendo la caja torácica al inspirar sin mover los hombros ni el abdomen. En ella el diafragma permanece contraído y el pecho se expande empujando hacia fuera las costillas y dilatando la caja torácica. Este modo de respirar es mejor que el anterior, pero también es inadecuado, no se ventilan suficientemente los pulmones, desafortunadamente es un modo de respirar muy extendido en occidente a la hora de realizar gimnasia o deporte, dándole gran importancia a la inspiración.
Respiración baja o abdominal
Respiración baja o abdominal, es aquella que al inspirar, siempre por la nariz, el diafragma desciende desplazándose hacia abajo, masajeando las vísceras, empujándolas hacia fuera, lo cual nos da la sensación de que es el abdomen el que se llena.
Al descender el diafragma, los pulmones comienzan a llenarse en su zona baja o abdominal que es donde existen mas alveólos, que captan el oxígeno que recoge la sangre. Al espirar, el diafragma comienza a subir hacia la caja torácica, entonces ahora es el corazón el que es masajeado, mientras los pulmones se vacían expulsando el aire viciado y las vísceras vuelven a su posición normal, descendiendo el abdomen.
Respiración Completa
Ninguna de estas tres respiraciones individualmente es completa, por lo que ahora hablaremos de la más importante, natural y beneficiosa que es un compendio de las tres, y la llamaremos respiración integral, reúne todas las ventajas de la respiración alta, media y baja sin ninguno de sus inconvenientes, siendo según el yoga el mejor métido conocido que incluso hoy la propia ciencia médica occidental avala y valora.
Se comienza expirando, vaciando al máximo los pulmones, para proseguir inspirando de modo abdominal, elevando el abdomen. Seguidamente expandiendo el tórax pasamos a la respiración torácica, llenando la parte media de los pulmones, y por último elevando ligeramente los hombros terminamos de llenar completamente los pulmones con el preciado oxígeno. Todo este proceso se realiza en una sola inspiración continua y fluida.
Para vaciar, se comienza por el mismo orden de inspiración: primero desciende el abdomen, vaciando la parte baja de los pulmones, seguidamente desciende el tórax bajando las costillas y por último expulsas el aire de la parte alta de los pulmones bajando los hombros, y con esto has completado una respiración yóguica.
Es necesario que primero practiques individualizando cada respiración para que puedas distinguirlas. Una vez que lo tienes claro puedes empezar con la respiración integral. Nunca debes forzar ni jadear, ni contener la respiración. Esta debe ser natural, fluida, tranquila y serena, y proporcionarte bienestar y relajación. La respiración completa se practica antes de empezar una sesión de yoga, cinco o seis veces, y al finalizar la sesión de yoga también, cinco o seis veces, antes de comenzar la relajación.