Según las historias mitológicas vikingas, Thor era un enorme ser con rasgos demoníacos que habitaba en la espesura de los bosques nórdicos, por lo que los antiguos chamanes consideraban que esta runa mantenía una conexión directa con el inframundo y las fuerzas tenebrosas. La fuerza que emana de esta piedra es la contrapuesta al bien y posee un poder inconmensurable para la destrucción, pero también para la defensa propia.
Pero si consideráramos la Runa Thor como algo negativo o de influencia negativa estaríamos cometiendo un gran error, ya que en las lecturas rúnicas su cometido es el de potenciar el poder de otras runas, bien protegiendo a la persona contra maleficios externos, bien para ayudarla a destruir a sus enemigos. De ahí que la representación de su símbolo sea la de un colmillo (para atacar), o también puede verse como una espina (para defenderse), aunque también representa la figura del sagrado martillo Mjölnir, el arma más representativa de Thor, con la que atacó y destruyó Ettins y con la que protege y vela por Midgard y Asgard.
Esta runa es la máxima representación de la voluntad, conservando en sí misma todo el poder de la vida y la muerte, con su total polaridad. Simboliza así pues, la renovación tras la lucha y la iniciación. Es una runa poderosa.
Elemento: Aire
Planetas regentes: Venus y Saturno
Elemento natural: el Bonetero
Equivalencia en las cartas del tarot: El Diablo