Según la opinión de la mayoría de las personas, el ser humano no tiene ninguna influencia sobre su propia suerte y felicidad. Cuando se habla de una vida afortunadada y feliz, casi todo el mundo piensa en la riqueza, el placer, el deseo, el logro a alcanzar una meta, la salud o una relación amorosa satisfactoria. El que tenga estas cosas, por lo tanto, deberá ser realmente feliz. Pero entonces, ¿por qué hay tantas personas infelices entre los ricos, los sanos y los casados?.
Probablemente porque la mayoría de las personas no se da cuenta de que la verdadera felicidad y la alegría de vivir vienen de dentro y no tiene nada que ver con la satisfacción de ciertas necesidades. No existe ninguna garantía para que las circunstancias de nuestras vidas sean prosperas y afortunadas, ni tampoco para que, si así son, puedan ser duraderas. En cada vida hay etapas difíciles en las que tenemos que sufrir graves pérdidas o superar alguna crisis. Estos acontecimientos no se pueden evitar, pero sí podemos cambiar nuestra actitud y la manera de enfrentarnos a ellos.
CÓMO ENCONTRAR NUESTRA FELICIDAD
Es necesario conectar con la mente subconsciente para encontrar la clave de nuestra felicidad. Ahí podremos desatar la energía necesaria para llevar a cabo el tipo de transformación deseada. No solemos ser conscientes de la cantidad de energía que desperdiciamos por ignorancia en nuestra vida diaria y nuestro entorno. En realidad no es muy difícil dirigir conscientemente la energía hacia canales productivos y hacer uso de ella de manera útil y sensata.
La enseñanza budista dice que la suerte no es algo que se tiene, sino que se hace. La moderna investigación occidental sobre la felicidad, ha llegado a la conclusión que la suerte y la alegría de vivir no vienen a nosotros desde fuera, sino que tienen su origen dentro de nosotros mismos. Debemos, por tanto, explorar nuestro mundo interior y descubrir nuestros verdaderos deseos.
Todo el mundo tiene esa capacidad. Sólo se necesita algo de práctica y algunos ejercicios sencillos de meditación y yoga pueden ser muy útiles.
LA MEDITACIÓN
A través de la meditación es posible conocerse mejor y explorar su propia conexión con el cosmos. En este proceso podremos reconocer lo que es verdaderamente importante y esencial en nuestra vida y encontraremos así la felicidad duradera.
La meditación es la parte central de la enseñanza budista. Chris Griscom, líder y símbolo del movimiento estadounidense de la Nueva Era, cree que estamos en el umbral de una transición, por lo cual las personas sienten la necedidad de explorar su espiritualidad. Según ella, todos debemos establecer contacto consciente con nuestro «Ser Superior». Su mensaje es «La Espiritualidad no es un lujo y no está separada de nuestra vida diaria. Cada uno de nosotros está profundamente involucrado en los acontecimientos del cosmo, por lo tanto, esa fuente de energía nos pertenece a todos».
La meditación es la única actividad cuyo objetivo no es llegar a algún sitio o alcanzar algo, sino simplemente «ser y estar ahí». Por supuesto, no es fácil acostumbrarse de un día a otro a permanecer inactivo y sin hacer nada durante ciertos periodos de tiempo, en vez de perseguir alguna meta. Pero cuando uno llega a comprender que no es necesario estar siempre activo, descubrirá lo que significa tener paz interior y así podrá afrontar mejor las tormentas de la vida.
Si hace ejercicios de meditación diariamente, se sentirá a gusto consigo mismo, confiará más en su yo interior y en general será más alegre y feliz.