El término burnout («estar quemado») fue acuñado en los años setenta por el psiquiatra Herbert Freudenberger para descubrir un estado de agotamiento total. La permanente sobrecarga de trabajo no se limita a un grupo de personas o a una profesión determinada, sino que puede afectar a cualquiera.
Los primeros síntomas del burnout, por lo general suelen pasar desapercibidos. Durante largos periodos de tiempo aceptamos por razones idealistas, que debemos rendir más de lo que podemos. Así, voluntariamente reducimos las pausas y hacemos horas extraordianrias. Poco a poco el trabajo llega a dominar todos los aspectos de nuestra existencia, disminuyendo así nuestra calidad de vida. Al final de este callejón sin salida, caemos enfermos. Primero sufrimos problemas psicológicos y después esta situación afecta también a nuestra salud física.
Las típicas manifestaciones del síndrome de burnout son: nerviosismo, insomnio, dolores de cabeza, hipertensión, dolor de estómago, indigestión, tensión muscular, dolores de miembros o de espalda. La forma y parte del cuerpo que se producen estos síntomas, puede variar considerablemente. En algunos casos se han observado enfermedades de la piel o trastornos urinarios y de los órganos reproductivos. Ciertas personas pueden manifestar primero los síntomas físicos y más tarde los problemas mentales.
En nuestro mundo acelerado, el ideal de persona perfecta es aquella que realiza todas las tareas lo más rápido posible y mejor si hace varias cosas a la vez. Este comportamiento absorbe toda nuestra energía, hasta que el cuerpo no puede más y, finalmente, se da por vencido.
Esta enfermedad relacionada con el estrés laboral tiene repercusiones sobre el mundo del trabajo, las ausencias y bajas laborales a causa de este síndrome se han duplicado en la última década, y casi el 40 por ciento de las jubilaciones anticipadas son atribuidas a los trastornos mentales. Y eso no es todo, pues los expertos están convencidos de que estas cifras aumentarán dramáticamente en los próximos años.
Los medios de comunicación son parcialmente responsables de este desarrollo, pues presentan modelos inalcanzables y dan a la juventud una imagen del mundo laboral basado en dinamismo y continua actividad. Los protagonistas del cine y la televisión nos sugieren que son infinitamente resistentes e inagotables y nos hacen creer que esa es la norma y la realidad. Esta imagen está tan presente, que ya la hemos aceptado como verdad y no somos capaces de cuestionarla. Por el contrario, la mayoría de las personas intentan ciegamente cumplir esas expectativas y alcanzar unas metas irrealizables.
Por un lado nuestra sociedad denuncia un estilo de vida poco saludable, pero no se fija en los perjuicios que causa la sobrecarga constante de trabajo. Pocas veces se menciona que para mantener la salud, además de la buena alimentación, el ejercicio y el descanso, el equilibrio razonable entre la vida laboral y la privada es fundamental.
SOLUCIONES PARA EVITAR EL SÍNDROME DE BURNOUT
Si se encuentra en la fase inicial del síndrome de burnout, por lo general es suficiente hacer más pausas, contrarrestar el estrés con yoga, ejercicios de respiración y otras técnicas de autorelajación. Además debe aprender a permancer sentado o tumbado tranquilamente, sin sentirse inquieto y pensando que debería estar en movimiento.
Si se encuentra en una fase más avanzada estos mecanismos también deben ser aplicados, pero además deberá analizar su propio comportamiento. Hay personas que hacen de cualquier situación una competición y su impulso principal es superar a los demás e incluso a sí mimo. Otros trabajan más de la cuenta porque necesitan la aprobación de los demás. En ambos casos los afectados deben intentar distanciarse del trabajo, para poder conseguir en su tiempo libre la tranquilidad y el descanso que necesitan para regenerarse.
Si ninguna de estas medidas son lo suficientemente efectivas para aliviar su sufrimiento y mejorar su situación, debería buscar ayuda profesional. Es recomendable que consulte a un psicoterapeuta o que se una a un grupo de autoayuda especializado en este tipo de transtornos. Verá cómo mejorará y podrá ver la vida con nuevos ojos.